jueves, 1 de mayo de 2014

Temas de Primer Año


LA BIBLIA


La palabra biblia viene del griego. Es el plural de la palabra biblion., que significa libro. Así pues, la palabra biblia significa libros.



La Biblia que manejamos, aunque sea en un solo libro, en realidad es como una pequeña biblioteca. Contiene 73 libros diferentes que se han escrito a lo largo de cientos de años. Están escritos originariamente en dos lenguas: hebreo y griego. Existen algunos fragmentos en arameo.

Todas la biblias que manejamos hoy son una traducción. Por eso hay algunas diferencias entre las biblias.


La Biblia esta dividida en dos partes:


La Primera, el Antiguo Testamento, con 46 libros, recoge la historia del pueblo de Israel, desde sus orígenes hasta el nacimiento de Jesús. En él, Dios promete el evío de un salvador.


La segunda, el Nuevo Testamento, con 27 libros, contiene cuatro evangelios que narran la vida de Jesús; los Hechos de los Apóstoles y las Cartas, que describen la vida de los primeros cristianos; el Apocalipsis, último libro de la Biblia. Aquí, Dios cumple su promesa, enviádo a Jesús, Salvador y Mesías definitivo.

Lo más importante de la Biblia es el mensaje religioso que trasmite; por eso no se debe considerar la Biblia como un libro de historia o como un libro científico. La intención de sus autores era muy diferente: querían trasmitir un mensaje religioso. De ahí que, a veces, a la Biblia se le llame Sagradas Escrituras.

Dios se ha servido de esos autores para comunicarse con las personas; por eso decimos que la Biblia es Palabra de Dios. En ella encontramos mensajes para nuestra propia vida.



El proceso de formación de la Biblia





La Biblia recoge casi 2.000 años de historia. Comienza con la figura de Abrahán (hacia el año 1.900 a.C.), recorre toda la historia del pueblo de Israel, narra el nacimiento y la vida de Jesús y termina con los acontecimientos de los primeros cristianos (a finales del siglo I d.C.)

Este largo periodo histórico puede dividirse en diez grandes etapas:

  1. Patriarcas
  2. Éxodo
  3. Conquista de Canaán
  4. Monarquía
  5. División del reino
  6. Destierro
  7. Regreso del destierro
  8. Dominación griega
  9. Roma - Vida de Jesús
  10. Primeros Cristianos


En el proceso de formación de la Biblia podemos distinguir varias etapas:

  1. Se produce un acontecimiento o hecho histórico
  2. Sobre ese acontecimiento se reflexiona. Las personas religiosas lo hacen a partir de sus creencias y lo relacionan con Dios. De esta manera dan un significado religioso a lo que ocurrió.
  3. Esta reflexión se trasmite oralmente con el fin de comunicar una enseñanza religiosa.
  4. Llega un momento en que estas tradiciones orales se ponen por escrito. Así surgen los diferentes libros, aunque haya pasado mucho tiempo desde que ocurrieron los hechos, a veces siglos. Estos libros se leen en las celebraciones religiosas.
  5. Todos los libros que se han escrito se van reuniendo hasta formar la Biblia.

La Biblia, un libro extenso y variado

La Biblia comenzó a escribirse unos mil años antes de Cristo y se terminó en el siglo I de la era cristiana.

El Antiguo Testamento constituye prácticamente la Biblia judía, y a él se añadieron los escritos del Nuevo Testamento hasta formar la Biblia actual.

Los libros que componen la Biblia fueron escritos en épocas muy distintas y con diversos géneros literarios. Llamamos géneros literarios a las diferentes maneras de expresión de los autores, según la intención que tuvieran.


Estos son algunos de los géneros literarios más utilizados en la Biblia:
  1. Histórico: Tiene forma de relato real o imaginario. Se centra en un personaje importante por su significado religioso. Por medio de este personaje se quiere trasmitir una enseñanza religiosa (evangelios, David…)
  2. Jurídico (leyes): Son textos que recogen normas o costumbres por las que se regía el pueblo y que representan las exigencias de Dios. Dt 5,6-18
  3. Profético: En este tipo de textos, alguien habla a los hombres en nombre de Dios para criticar la mala conducta y para anunciar un futuro mejor.
  4. Lírico (poético): Expresa sentimientos, vivencias internas, pasión, amor, dolor, etc. Emplea muchos símbolos.
  5. Sapiencial (sabiduría): Son reflexiones sobre diversas realidades de la vida, sobre los grandes interrogantes de las personas formulados por los sabios y pensadores.
  6. Epistolar (cartas): Escritos enviados por alguien a un destinatario. Sus contenidos son muy variados. Se encuentran sobre todo en el Nuevo Testamento.
  7. Apocalíptico (Apocalipsis): Relatos de revelaciones obtenidas mediante visiones, y expresada de forma simbólica y enigmática. Normalmente se refieren al fin de los tiempos.









El ORIGEN DEL UNIVERSO


  • Las cosas no se hacen solas; es decir, alguien tiene que hacerlas. Tanto la mesa y la casa, como el Sol, la Tierra y las estrellas han sido hechos por alguien.
  • La mesa ha sido hecha por el carpintero, la casa ha sido hecha por el albañil.

EL SOL, LA TIERRA Y LAS ESTRELLAS HAN SIDO HECHOS POR DIOS.

  • Si paseas por la playa un día que ha bajado la marea, conoces, por las huellas en la arena, si lo que pasó por allí antes que tú fue un hombre, un perro o un pájaro. Lo mismo vamos a hacer nosotros para averiguar la existencia de Dios.
  • A Dios no le podemos ver, porque es espíritu; y el espíritu no se ve con los ojos de la cara.
  • «A Dios no lo ha visto nadie»;.
  • Pero vamos a conocer a Dios por las huellas que ha dejado en la creación. Dice San Pablo que Dios se le puede conocer con la razón a través de las cosas creadas.


Vamos a ver...



Dios la ciencia y el origen del universo




UN HISTORIA PARA CONTAR

La creación del hombre


Era una noche oscura en que brillaban las estrellas, un grupo de pieles rojas se acurrucó alrededor del fuego. De pronto, el guerrero más anciano se puso en pie. Tenia el rostro tan viejo y tan oscuro como la tierra: estaba envuelto en una manta de colores brillantes. Allí y entonces comenzó a relatar la historia del nacimiento del mundo...  

«Cuando Coyote, el perro del desierto, terminó de hacer el mundo, tomó el viento, que tenía forma de caracola, y le dio vuelta para hacer el cielo. Puso colores brillantes en los cinco rincones del mundo y de pronto brotó un arco iris que separó la noche del día. Entonces se sentó y empezó a silbar; el Sol y la Luna comenzaron a moverse. 

Coyote puso árboles, estanques, montañas y ríos en las praderas, y creó todos los animales. 
  • Y finalmente, haré al Hombre - se dijo Coyote en voz alta.
Los animales le oyeron y quisieron ayudarle. Así pues, todos se sentaron en circulo en medio del bosque: Coyote, el oso pardo, el león, el oso colmenero, el ciervo, el carnero, el castor, la lechuza y el ratón.
  • Puedes darle la forma que quieras - dijo el león -, pero creo que tendría que tener unos dientes afilados para morder la carne, y también unas garras largas.
  • ¿Como las tuyas? - preguntó Coyote.
  • Bueno... sí, como las mías -dijo el león . Necesitará pelo, por supuesto. Y una gran voz para rugir.
  • ¿Como la tuya? - preguntó Coyote.
  • Si. como la mía - respondió el león.
  • Nadie quiere una voz como la tuya - interrumpió el oso pardo. Tú espantas a todo el mundo. En cambio, el Hombre debería poder caminar sobre las patas traseras para acercarse a las cosas y apretarlas entre sus brazos hasta aplastarlas.
  • ¿Como tú? - preguntó Coyote.
  • Bueno, sí, como yo - replicó el oso pardo.
  • El ciervo, que temblaba nervioso y no paraba de echar miradas por encima del hombro, dijo:
  • ¿Por qué habláis de morder carne y aplastar cosas? Eso no está bien. El Hombre debe saber cuándo corre peligro para poder escapar. Debe tener unas orejas de caracol para poder oír hasta los ruidos más débiles.
  • Y ojos como la Luna, que lo ve todo.
  • Y una cornamenta, claro. Necesitará una cornamenta.
  • ¿Como la tuya? - preguntó Coyote. - Bueno, sí. Como la mía - repuso el ciervo.
  • ¿Como la tuya? - intervino el carnero, despectivo -. ¿Para qué sirve una cornamenta?
  • Son largas y puntiagudas y se enganchan en todas las ramas y los arbustos. No sirven para embestir, Pero si tuviera unos cuernos...
  • ¿Como los tuyos? - preguntó Coyote. El carnero dio un respingo. No le gustaba que lo interrumpieran.
  • Entonces se levantó el castor y dijo:
  • Os estáis olvidando de lo más importante: la cola. Supongo que las colas finas y largas estarán muy bien para espantar a las moscas. Pero el Hombre tiene que tener una cola ancha y plana. ¿Cómo, si no, va a construir diques en los ríos?
  • ¿Como tú? - preguntó Coyote.
  • No hay nadie que pueda construir diques como yo - dijo el castor, fanfarroneando.
  • Me parece que el Hombre es demasiado grande - chilló el ratón. Sería mucho mejor si fuese pequeño.
  • ¡Estáis todos loo-cos! - gritó la lechuza ¿Y las alas? Si queréis que el Hombre sea el mejor de los animales, tenéis que ponerle alas.
  • ¿Como las tuyas? - preguntó Coyote.
  • ¿Sólo sabes decir eso? - se quejó la lechuza. ¿Acaso no tienes ninguna idea?
Coyote se puso en pie de un salto y se colocó en el centro del círculo.
  • ¡Qué animales más tontos! ¡No sé en qué estaría pensando cuando os hice! Todos queréis que el Hombre sea exactamente igual a vosotros.
  • Yo supongo que el Hombre debe ser exactamente como tú. Coyote - gruñó el oso colmenero.
  • ¿Entonces, cómo podrían distinguirnos? - respondió Coyote. Me señalarían diciendo: "Ahí va el Hombre". Y señalando al Hombre dirían: "Ahí va Coyote", No, no, no, no. El Hombre tiene que ser distinto.
  • ¡Pero con cola! - gritó el castor.
  • ¡Y alas! - gritó la lechuza.
  • ¡Y cuernos! - baló el carnero.
  • ¡Que ruja! - rugió el león.
  • ¡Y muy pequeño! - chilló el ratón.
Nadie escuchó al ratón. Estaban todos demasiado ocupados peleándose. Se mordían, se arañaban y se embestían: los animales luchaban en el bosque mientras Coyote se mantenía apartado, con el ceño fruncido. Volaban los pelos, las plumas, las pezuñas y los cuernos.
Coyote los recogió y, juntándolos, hizo toda clase de animales nuevos y raros, como el camello y la jirafa.
Después de la pelea los animales quedaron tumbados en el suelo, sin fuerzas para seguir luchando.
  • Creo que tengo la solución - dijo al fin Coyote.
Los animales lo miraron; algunos gruñeron. Pero Coyote se dirigió a todos por igual.
  • El oso tenía razón cuando dijo que el Hombre tenía que andar sobre las patas traseras. Eso significa que podrá alcanzar los árboles. El ciervo estaba en lo cierto al decir que el Hombre debía tener buen oído y buena vista. Pero si el Hombre tuviera alas, como propuso la lechuza, se daría de cabeza contra el cielo. La única parte de pájaro que necesita son las largas garras del águila. Creo que las llamaré dedos. Y el león acertó al decir que el Hombre tenía que tener una voz muy fuerte, pero al mismo tiempo debe tener una voz débil, para que no asuste tanto. Creo que el Hombre debería ser suave como el pez, que no tiene pelos que le den calor ni picores. Pero lo más importante -concluyó Coyote- ¡es que el Hombre debe ser más listo y más astuto que todos vosotros!
  • Como tú - mascullaron todos los animales.
  • Bueno, sí, gracias - dijo Coyote. Como yo.
Se oyeron muchos gruñidos y silbidos airados, y los animales gritaron:
  • ¡Siéntate, Coyote! ¡No nos gustan tus tonterías!
  • Bueno - dijo Coyote, paciente. Hagamos un concurso. Cada uno de nosotros hará un modelo de Hombre en barro. Mañana veremos todos los modelos y decidiremos cuál es el mejor.
Así fue como todos los animales salieron corriendo a buscar agua para hacer barro. La lechuza hizo un modelo con alas. El ciervo hizo uno con orejas muy grandes y unos ojos inmensos. El castor modeló un animal con una cola ancha y plana. El ratón hizo un modelo muy pequeño. Pero Coyote hizo al Hombre.

El Sol se puso antes de que ninguno hubiera terminado su modelo. Se echaron sobre la tierra, en el bosque. Todos dormían, excepto Coyote, que trajo agua del río y la echó sobre todos los otros modelos. La cola de barro del castor se cayó. La cornamenta de barro que había hecho el ciervo también, y lo mismo sucedió con las alas de barro de la lechuza.
Coyote sopló en la nariz del modelo de Hombre que había hecho. Y cuando los demás animales se despertaron, descubrieron que había un animal nuevo en el bosque. Era el Hombre.

Tras contar este fantástico relato, el viejo guerrero se sentó, arrebujándose en su manta. Mientras se apagaba el resplandor de la hoguera, estuvo sentado, callado como la propia tierra, mirando hacia la oscuridad. En la distancia, se pudo escuchar el grito del Coyote que resonó por toda la pradera. 






RELATO DE LA CREACIÓN DEL MUNDO 

Y DEL HOMBRE EN LA BIBLIA

 
Nota: En la Biblia encontramos dos relatos de la creación de hombre. En Gn. 1,27 y en Gn. 2, 7.21-23. Lo importante es reconocer que Dios es el Creador...
 

6. Dijo Dios: «Haya una bóveda en medio de las aguas, para que separe unas aguas de las otras.» 7. Hizo Dios entonces como una bóveda y separó unas aguas de las otras: las que estaban por encima del firmamento, de las que estaban por debajo de él. Y así sucedió. 8. Dios llamó a esta bóveda "Cielo". Y atardeció y amaneció: fue el día Segundo.

9. Dijo Dios: «Júntense las aguas de debajo de los cielos en un solo depósito, y aparezca el suelo seco.» Y así fue. 10. Dios llamó al suelo seco "Tierra" y al depósito de las aguas "Mares". Y vio Dios que esto era bueno. 11. Dijo Dios: «Produzca la tierra hortalizas, plantas que den semilla, y árboles frutales que por toda la tierra den fruto con su semilla dentro, cada uno según su especie.» Y así fue. 12. La tierra produjo hortalizas, plantas que dan semillas y árboles frutales que dan fruto con su semilla dentro, cada uno según su especie. Dios vio que esto era bueno. 13. Y atardeció y amaneció: fue el día Tercero.

14. Dijo Dios: «Haya lámparas en el cielo que separen el día de la noche, que sirvan para señalar las fiestas, los días y los años, 15. y que brillen en el firmamento para iluminar la tierra.» Y así sucedió. 16. Hizo, pues, Dios dos grandes lámparas: la más grande para presidir el día y la más chica para presidir la noche, e hizo también las estrellas. 17. Dios las colocó en lo alto de los cielos para iluminar la tierra, 18. para presidir el día y la noche y separar la luz de las tinieblas; y vio Dios que esto era bueno. 19. Y atardeció y amaneció: fue el día Cuarto.

20. Dijo Dios: «Llénense las aguas de seres vivientes y revoloteen aves sobre la tierra y bajo el firmamento.» 21. Dios creó entonces los grandes monstruos marinos y todos los seres que viven en el agua según su especie, y todas las aves, según su especie. Y vio Dios que todo ello era bueno. 22. Los bendijo Dios, diciendo: «Crezcan, multiplíquense y llenen las aguas del mar, y multiplíquense asimismo las aves sobre la tierra.» 23. Y atardeció y amaneció: fue el día Quinto.

24. Dijo Dios: «Produzca la tierra animales vivientes de diferentes especies, animales del campo, reptiles y animales salvajes.» Y así fue. 25. Dios hizo las distintas clases de animales salvajes según su especie, los animales del campo según su especie, y todos los reptiles de la tierra según su especie. Y vio Dios que todo esto era bueno. 26. Dijo Dios: «Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza. Que tenga autoridad sobre los peces del mar y sobre las aves del cielo, sobre los animales del campo, las fieras salvajes y los reptiles que se arrastran por el suelo.» 27. Y creó Dios al hombre a su imagen. A imagen de Dios lo creó. Macho y hembra los creó. 28. Dios los bendijo, diciéndoles: «Sean fecundos y multiplíquense. Llenen la tierra y sométanla. Tengan autoridad sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra.» 29. Dijo Dios: «Hoy les entrego para que se alimenten toda clase de plantas con semillas que hay sobre la tierra, y toda clase de árboles frutales. 30. A los animales salvajes, a las aves del cielo y a todos los seres vivientes que se mueven sobre la tierra, les doy pasto verde para que coman.» Y así fue.31. Dios vio que todo cuanto había hecho era muy bueno. Y atardeció y amaneció: fue el día Sexto.

1. Así estuvieron terminados el cielo, la tierra y todo lo que hay en ellos.2. El Séptimo día Dios tuvo terminado su trabajo, y descansó en ese día de todo lo que había hecho. 3. Bendijo Dios el Séptimo día y lo hizo santo, porque ese día descansó de sus trabajos después de toda esta creación que había hecho.

4. Este es el origen del cielo y de la tierra cuando fueron creados. El día en que Yavé Dios hizo la tierra y los cielos, 5. no había sobre la tierra arbusto alguno, ni había brotado aún ninguna planta silvestre, pues Yavé Dios no había hecho llover todavía sobre la tierra, y tampoco había hombre que cultivara el suelo 6. e hiciera subir el agua para regar toda la superficie del suelo. 7. Entonces Yavé Dios formó al hombre con polvo de la tierra; luego sopló en sus narices un aliento de vida, y existió el hombre con aliento y vida. 

8. Yahvé Dios plantó un jardín en un lugar del Oriente llamado Edén, y colocó allí al hombre que había formado. 9. Yavé Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles, agradables a la vista y buenos para comer. El árbol de la Vida estaba en el jardín, como también el árbol de la Ciencia del bien y del mal. 10. Del Edén salía un río que regaba el jardín y se dividía en cuatro brazos. 11. El primero se llama Pisón, y corre rodeando toda la tierra de Evila donde hay oro, 12. oro muy fino. Allí se encuentran también aromas y piedras preciosas. 13. El segundo río se llamaba Guijón y rodea la tierra de Cus. 14. El tercer río se llama Tigris, y fluye al oriente de Asiria. Y el cuarto río es el Eufrates.

15. Yavé Dios tomó al hombre y lo puso en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara. 16. Y Yahvé Dios le dio al hombre un mandamiento; le dijo: «Puedes comer todo lo que quieras de los árboles del jardín, 17. pero no comerás del árbol de la Ciencia del bien y del mal. El día que comas de él, ten la seguridad de que morirás.»  

18. Dijo Yavé Dios: «No es bueno que el hombre esté solo. Le daré, pues, un ser semejante a él para que lo ayude.» 19. Entonces Yavé Dios formó de la tierra a todos los animales del campo y todas las aves del cielo, y los llevó ante el hombre para que les pusiera nombre. Y el nombre de todo ser viviente había de ser el que el hombre le había dado. 20. El hombre puso nombre a todos los animales, a las aves del cielo y a las fieras salvajes. Pero no se encontró a ninguno que fuera a su altura y lo ayudara.

21. Entonces Yavé hizo caer en un profundo sueño al hombre y éste se durmió. Le sacó una de sus costillas y rellenó el hueco con carne. 22. De la costilla que Yavé había sacado al hombre, formó una mujer y la llevó ante el hombre. Entonces el hombre exclamó: 23. «Esta sí es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Esta será llamada varona porque del varón ha sido tomada.» 24. Por eso el hombre deja a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y pasan a ser una sola carne.25. Los dos estaban desnudos, hombre y mujer, pero no sentían vergüenza.